28 de marzo de 2010

ARVAS Y PULGAS EN PRIMAVERA

Ayer ya estaba más que segura del éxito de la salida de hoy. Estaba ilusionada por ese pico que se nos escapó el año pasado, y que hoy podía ser. Sólo nos inquietaba la pala al collado del Tablato, ya que ha nevado hace poco y podía estar delicada. Jorge lo había estado comentando. Pero cuando te ilusiona tanto algo, no ves los fallos, sólo ves que va a hacer buen día, que te sientes bien…
Me he levantado entusiasmada, y eso que con el cambio de hora nos hemos pegado un madrugón…yo la primera, que hoy se le ha dado tregua al Meriva Gris, y ha salido de paseo el Rojo. A las 6 y 28 recogíamos ya a Donato y tomábamos rumbo al Balneario de Panticosa (se sabrán nuestros coches ya de memoria estos trayectos?) En el coche no podemos evitar el tema que nos va a acompañar en las próximas semanas, de forma intensiva: ALPES!!!!! Así se nos hace de corto el viaje, aunque en realidad llegamos los últimos al Balenario. Nos tomamos un café y el guarda nos cuenta que ayer hubo un alud, que enterró a una persona con 2 metros y medio de nieve encima. Tanto él como sus amigos llevaban ARVA (aparato de rescate de víctimas de avalanchas), sin sonda, pero aún así, le buscaron, le encontraron, cavaron y le sacaron. Le han salvado la vida. Por el ARVA, para que luego digan. Tiene que ser una experiencia angustiosa, con la cuenta atrás de la supervivencia en la mente, buscando a un amigo enterrado en un caos de nieve, rocas y restos de vegetación.
Encendemos nuestros ARVAS nada más salir, y cogemos el GR11 una vez más. Van cantando, estos hombres, que no tienen bastante con subir, que además les da por cantar. Las conversaciones son animadas. Le dice Donato a Julián: “Eres un tío con suerte. He observado que tú y yo tenemos muchas similitudes!!!!” Me parece toda un filosofía de vida, el pensar “Soy un tío con suerte”. Aunque estando en nuestro Pirineo lo pienso muy a menudo. Voy disfrutando de cada canción, de cada conversación…mis tristezas se pierden en algún lugar que no me importa demasiado, no quiero ir a buscarlas…
Y llegamos al punto clave: la pala que nos lleva al collado. Efectivamente, está delicada. Va Jorge delante tanteando el terreno, lo más arriba y pegado a la roca posible, para que en caso de alud, le coja por abajo, y no le venga una masa de nieve pesada encima. Va bastante tranquilo porque tiene allí a 8 personas pendientes de cada pestaña que mueve, todos con ARVA y casi con la pala en la mano. Salen Champi, Javi, Igor y Carlos, separados, van probando la consistencia de la nieve. La pala se empina y en un momento dado Jorge se da media vuelta y baja veloz con sus tablas nuevas…no lo ha visto claro, y no paraban de caer pedacitos de nieve, por aquí y por allá. Bajan todos enseguida, nade pide explicaciones: está muy claro. Si somos nueve y nadie está convencido, no hay mucho más que decir, sólo decidir un plan B. Y el plan B tarda un poco en forjarse: Tablato, Brazatos o Bacías?? Del resto, qué decir, que nos lo hemos pasado como enanos, que hemos reído, cantado, sudado, esquiado, comido, bebido…y sobretodo disfrutado, tanto de nosotros como de este decorado que cambia día a día, pero nunca deja indiferente. Brazato y Bacías nos han encantado. Perfecto plan B! Y encima con dos bajadas!
Y para terminar, justo hoy que tengo el cuerpo lleno de picaduras de pulga, y me he acordado de ovejas, mulas y pastores, justo hoy hace 68 años que ese pastor poeta nos dejó, y con él os dejo yo:
SOY UNA VENTANA ABIERTA QUE ESCUCHA
POR DONDE VA TENEBROSA LA VIDA
PERO HAY UN RAYO DE SOL EN LA LUCHA
QUE SIEMPRE DEJA LA SOMBRA VENCIDA.
MIGUEL HERNÁNDEZ

18 de marzo de 2010

LA MONTAÑA, QUE TODO LO CURA...

Tras una semana de la que quisiera olvidarme, pero por desgracia repercute en todo lo que viene después, sentía que no tenía fuerzas para el monte, que no lo iba a conseguir. Pero, como he dicho otras veces, cuando la montaña llama…
A primera hora lo veía todo muy turbio, muy difícil, muy duro, muy laaaargo…pero qué lejos queda Tendeñera! Me siento incapaz, creo que no voy a poder llegar ni al final de la pista, y este viento que tanto molesta, es horrible! Creo que hoy va a ser el primer día que me retire de una salida de esquí, si es que es imposible que llegue ni al collado…buf! Uy, mira, un acebo! Qué brillante, qué bonito…y un tejo al lado, espectacular, boj por todas partes…esto es un bosque de verdad y el sol ya huele a primavera, ya se acerca la luz…cuánta belleza junta, tan discreta, tan silenciosa, tan ajena a mi admiración.
Pasamos la pista y al llegar al valle, con el Otal de frente, Donato y yo que vamos silenciosos en la retaguardia, decidimos comer un poco, que queda mucha tela por delante. Ni siquiera se ve nuestro pico, ni nuestros compañeros…
Seguimos, algo más abrigados también, porque este viento…de verdad, qué incómodo. Aunque poco a poco el viento se lleva los pensamientos oscuros, el “no puedo con mi alma”, la tristeza, el viento se lo lleva todo, se me lleva a mí también. La montaña se hace conmigo, dejo de ser, dejo de sufrir, sólo me concentro en mis esquís, en mi respiración, en el paisaje, en el collado, que ya aparece, que ya se acerca. Salgo de mi letargo emocional y empiezo a disfrutar del día, tras haber salvado ya mucho desnivel, y quedarnos sólo un poco más.
Nos quedamos en la antecima, como casi todos, menos Belén, una mujer donostiarra por la que debiéramos haber brindado en la comida. Una mujer que quizás se ha jugado la vida en la cresta, o quizás le ha echado más valor que nadie. Cada uno interprete como quiera…Nosotros hemos visto la cresta, y hemos sentido la fuerza de las rachas de viento: no ha habido discusión. Foto y para abajo.
La bajada una gozada primaveral, apenas sin parar, por palas y tubos facilones, agradable hasta el coche. Yo consigo dejar un poco menos encima mi semana, ya estoy un poco más cerca de la sonrisa. Ya las comisuras se alejan entre sí, ya mis dientes salen...
La montaña, que todo lo cura…
Sé que el lunes volverá a caer encima como un castillo de naipes de plomo, como una granizada en un páramo. Sé que habrá muchos lunes, pero mientras haya ilusión...

8 de marzo de 2010

TE DAS CUENTA, DANIEL?

La jornada de ayer tiene un nombre propio al que agradecerle la llegada de toda la tropa, sana y salva, a los coches. Fernando para todos, Ferni para algunos, Fer para muchos, Ferdofu para él, Nando para Ella, Papá para Daniel, lo que queráis, pero con mayúsculas, eso seguro. Desde luego, para los siete compañeros que compartimos con él el día de ayer, es lo más parecido a un ángel de la guarda. Con todo su buen humor, su paciencia, su saber estar y su saber hacer, sus pasos concisos, exactos, que nos conducían al coche, a la vuelta a casa…La verdad que a él le agradecemos no dormir en la nieve, y no perder los nervios ni la confianza en nosotros mismos. Pero también hay mucho que agradecer a los demás. A los ánimos de Jorge en todo momento, a Javi arreglando todo tipo de fijaciones heladas, a Edesio encantado de la vida incluso entre una tormenta a siete bajo cero en un collado del Pirineo francés…cuánto por aprender de vosotros, chicos…cuantísimo. Tanto, que me da hasta vergüenza…
Y qué es lo que pasó? Pues por una vez voy a contaros qué pasó, en vez de sumirme en mi mundo naïf de arbolitos de colores.

Nos levantamos en el refugio de Gabás de lo más animados, emocionados por nuestra excursión larga y llena de fotos por hacer y sol por disfrutar…El primer teleférico salía de Gourettes a las 9 hacia la base de la canal hacia el collado del Pene Blanc. Un teleférico, dos telesillas y muchas calorías robadas por el frío, más tarde, llegamos a la canal. Campones y para arriba. Uy, qué día maravilloso, qué sol, y qué bajada! Venga! Bajamos encantados, ignorando lo útil del track que se grababa en el GPS de Ferni. Me voy a poner más crema que hace un sol…Llaneamos y continuamos tranquilos hacia el siguiente collado, el de Estibère. Allí empieza Ferdofu a hacer de las suyas, y repara un bastón en un santiamén, con un pedazo de bastón cortado (primera lección). Seguimos nuestras andanzas bajo el sol de marzo, que ya pega…Xino xano llegamos al pco de Tourettes, bueno, al collado, que pico no hicimos ni uno, ni falta que nos hizo. Y de repente: qué frío!!!! Y esas nubes? Uy, pero si abajo no se ve nada…Dónde están Fenrando Lahoz y Pilar?Que no suban, que nos viene el marrón, mira cómo se está poniendo todo…
Baja Fer como un rayo, para avisar, y seguro que ya bajando está trazando un buen plan…(segunda lección)
En el collado Jorge me ayuda a quitar focas, y a ponerme la fijación, con una paciencia que no sé de dónde saca, nos abrigamos todos y bajamos, con precaución pues la pala está como una piedra…mi termómetro mochilero marca -5ºC.
Se acaba el sol y la visibilidad, y ya vamos siguiendo a un guía forzoso, que se irá creciendo en la dificultad, hasta hacerse enorme, un Tombatossals (personaje de la mitología catellonense) de acero y sonrisa perpetua, de vista y mente extraordinarias.
Decidimos comer algo antes de la subida al Col de Estibère de nuevo, retrocediendo sobre nuestros pasos marcados en el GPS (tercera lección). Y poco a poco, con Javi de manitas reparándonos fijaciones, sonriendo a diestro y siniestro, nos encontramos a 77 m del collado del Pene Blanc (no, Jorge?) poniéndonos los crampones, pues esta pala era una gozada de bajar, pero no esperábamos tener que subirla…
La llegada al collado sabe a triunfo, y todos, aunque no lo decimos, no sentimos mucho mejor. A partir de este momento nos volvemos ciegos, siguiendo a nuestro guía, no sólo espiritual…La bajada a las pistas con crampones se hace sencilla y relajante incluso, y ver un palo fosforescente nos hace gritar de alegría. Ferni nos organiza: él va delante y el resto debemos seguir un orden, sin perder de vista al de delante, que será el mismo durante toda la bajada: Fer, Edesio, Héctor, Blanca, Fernando, Pilar, Jorge y Javito (cuarta lección). Un gusano lleno de compañerismo y emoción, esquí místico entre la niebla, y Fer por delante, enorme, con sus infrarrojos y sin perder su magnífico estilo…este tío no es de verdad, no?
Te das cuenta Daniel, de los padres que tienes? Porque tu mamá estaba sufriendo lo suyo en casa, contigo dentro, esperándote, pero si hubiera compartido todo esto con nosotros, como si la viera, tan campante, como si estuviera en su casa, tan tranquila y animada como siempre…
Legamos al coche sin saber si soñábamos o no. Alucinando todavía de lo bien que nos había salido la jugada, mirando a Fer con admiración absoluta, buscando palabras que puedan llegar a agradecer su hazaña.
No puedo terminar el relato sin agradecer, de nuevo, reiterando las veces que haga falta, la lección tan grande que tuve ayer. Tanto enseñáis con vuestros gestos que me siento hombrecillo caminante entre sequoyas…
El viaje de vuelta tuvo lo suyo también, pero a mi el coche me parecía ya una cúpula protectora. A pesar de todo he de decir que me lo pasé bien, muy bien, y que no tuve sensación de peligro real en todo el día. Me dejaba llevar, me dejaba hacer, y absorbía todo lo posible, sabiendo lo mucho que nos aportaba la experiencia, y lo poco útil del desánimo.
Gracias chicos, mil gracias Fer.
Volveremos, y mejor lo pasaremos!

2 de marzo de 2010

GRACIAS POR TU TIEMPO LIBRE, JORGE.


Esta fue la conclusión del día de ayer. Me voy a explicar un poco mejor. Ayer nos juntamos veintitantas personas en Puente la Reina, dispuestas a pasar un buen día en la montaña, un día de mucha nieve, mucho sol, mucha gente, muchos picos, y alguna nube también para darnos un respiro, que tanta luz de repente, parece que uno ya no se acordaba de qué era eso de la primavera (ya casi está aquí!)...
De dónde aparece tanta gente, y quién ha podido en esta vida de vorágine a contrarreloj, estudiar a conciencia los mapas, pensar en una posible ruta, idearla, trazarla, dibujarla en un planito, convocar a la gente, organizar coches, horarios, alternativas y punto de encuentro. Pues ese ha sido Jorge, con su tiempo libre lleno de ilusión y de mapas del tiempo, además de topográficos.
Y una piensa: pues menos mal, que hay alguien así...y cómo me lo podría montar si no...pienso en 24 horas de un día. Menos 9 que paso trabajando: 15, menos 1,75 horas de trayectos al trabajo: 13,25. Menos 2 horas entre cocinar, desayunar, comer y cenar: 11,25. Supongo que dedico, en el mejor de los casos, 7 horas a dormir: 4.25, menos una hora y media de deporte – ducha matinal: 2,75. Menos 0,75 horas que puedo dedicar al repostaje, a trabajar más, a chuparme un atasco, a hacer la compra,...: 2 horas. Dos horas que se me van en la clase de francés si es lunes o miércoles, en el spinning de por la noche si es martes o jueves, y en poner lavadoras, limpiar y ordenar cosas si es viernes...esto...y en mis ratos libres hago vida social...lo que decía, que gracias al tiempo prestado de los demás, hemos podido muchos disfrutar, disfrutar de un tiempo limpio de quehaceres, de enseñar tanto los dientes que menos mal que llevamos aparatos de jovencitas, de pensar tan poco en ese cronómetro semanal, que parece que no vaya a terminar el día, de estar tan a gusto con todos que te parece haber pasado media vida con ellos.
Y subimos un pico, dos y hasta tres! Me miro los pies, hoy no pesan, me deslizo, no sé ni si llevo puesto el reloj...y pienso en una historia de los chacras que me contaba mi amiga Carol el sábado, en la espiritualidad, en la paz interior....tengo tentaciones de cerrar los ojos de nuevo, pero ya he tenido experiencias con eso...y para qué cerrarlos con la de cosas que hay para mirar. Éramos muchos, pero estábamos solos, con los sarrios muy cerca, con Miguel Ángel de punta de lanza inventando un camino (cómo haces para dejar una autopista en cuanto pasas?) hacia el collado, y encontrando “el sitio” del día, el impacto de un enclave que te quitaba la respiración aun habiendo llegado fresco al collado por la suavidad de la huella...
Voy mirando, poco a poco a cada unos de nosotros (y me lleva un buen rato porque somos un montón...). No sé qué vida lleváis, cada uno de vosotros, entre semana, pero este domingo hemos tenido todos un día entero de lo que más nos gusta...y quién se acuerda ya del tiempo que le faltó el jueves pasado?