19 de abril de 2010

EL PESO: TEBARRAY Y FRONDIELLAS

Estamos de preparación para los Alpes, y este fin de semana, con una ruta de dos días, y bastante desnivel, sólo nos quedaba una cosa que probar: el peso.
El viernes, en casa, anduve cargando la mochila con cosas que llevaré a Alpes, sólo lo imprescindible…pero cómo pesa esto! Si es que no me puedo ni mover, pero es que la mochila, vacía, ya pesa. Los crampones, que pesan y ocupan un montón, pieles de repuesto, el plumas, el pantalón de gore tex (vaya lastre es esto…), el chubasquero, la pala, la sonda, el piolet, la sábana saco…buf! Es que nada de mi equipo es “ligero” como se lleva a hora, todo pesa, todo es consistente…pero es que no me puedo dejar nada de lo que llevo! El litro y medio de agua imprescindible, la crema del sol no me la puedo dejar, guantes de repuesto, gafas de ventisca, CASCO,…en fin, no hay nada que dejar. Pero pesa, y mucho.

Con este mochilón salimos del Balneario de Panticosa el sábado (tras degustar el bizcocho de chocolate, de cumpleaños de Edesio: Felicidades!), hacia el collado de Pondiellos. Yo que me sentía ágil y fuerte en estas últimas salidas y ahora me siento torpe, cansada, lastrada y acalorada…sudo. Yo sudando! Madre mía…esto es un horror! Con lo bien que se va con la mochila de día! Bajamos a los ibones de Pondiellos, y de allí subimos hacia el collado de Tebarray. No sabíamos quién se iba a decidir por ir directamente al collado, o hacer el pico. Al final, poco a poco fuimos todos al pico de Tebarray, algunos muy lentos, otros como si no llevaran peso (tendremos que lastraros en los Alpes…) En el pico se está de lujo, las vistas son increíbles, y ya nos sentimos cerca del refugio de Respomuso. Todos estamos cansados por esa mochila que nos roba la energía y el calor que fomenta también el cansancio. Yo me planteo cómo voy a andar por los Alpes con semejante carga durante cinco días…me hago diminuta en mis pensamientos, me siento frágil y torpe, pero de repente me pongo las pilas frente a la pala del collado de Tebarray. Mientras baja Jorge una pequeña colada le alcanza, y desaparecen su cámara y un bastón. Con la llegada de Álex lo recuperan todo, y vamos bajando uno a uno. Al final, con el buen estado de la nieve, resulta fácil bajar por allí, más de lo esperado. Y seguimos bajando, y sigue haciendo cada vez más calor…Estamos enfrente del refugio de Respomuso, pero nos toca poner focas y subir por una nieve pastosa, cansados y deseando llegar. Tras la primera cerveza ya nadie se acuerda del cansancio, ni del peso, ni del calor. Ursi nos cuenta sus historietas, y nos confirma que, pese a lo que puedan decir las previsiones del tiempo, el domingo allí va a hacer bueno. Hemos llamado a Fer y nos ha dicho que empeoraba el tiempo ya el sábado al mediodía, que no habría rehielo esa noche (lo peor que nos podía pasar…) y que el domingo sería mediocre. Yo prefiero no pensar en el día siguiente, y disfruto del sol de la tarde en el porche del refugio. Un ratín antes de la cena vemos a dos esquiadores llegar desde la Sarra: Champi y Marie Claude!!!!! Llegáis justo para la cena!
La cena y la noche en la habitación son un cachondeo auténtico, y Champi nos ofrece sus ideas para reducir peso en los Alpes, y nos da buenos consejos. Nos dormimos con la sonrisa puesta y nos levantamos con legañas y ganas de dormir más, pero pronto nos activamos. Hace bueno, buenísimo, ha habido rehielo, la nieve está dura como una piedra…esto se anima! La Alta Ruta prospera! Venga, pues, a por las Frondiellas…en el primer repecho a Edesio se le sale un esquí y ni la foca, ni el freno, ni la cuchilla consiguen pararlo antes de que llegue al fondo del barranco. Empieza a bajar y Jorge, que iba sin cuchillas, de lanza a buscarlo. El resto vamos avanzando porque hace un poco de frío. Javier Fuentes nos hace una huella perfecta, cómoda…qué bien. La cima de las Frondiellas es un regalo. Vemos vascos en el Balaitous, pues ya han madrugado! Porque nosotros hemos salido del refugio a las 7, y ellos ya habían llegado para cuando nosotros salíamos al collado. Dónde habrán dormido? Por dónde habrán subido?
La bajada se hace cómoda, y vemos como se acercan las nubes desde el Sur. Las vistas hacia la Gran Diagonal son espectaculares. Toda la travesía hasta la furgo de Champi, en Caillou de Soques, se hace agradable, y yo me noto más descansada cada momento, en vez de cansarme más, estoy mejor (qué me está pasando? Será la emoción?). Empieza a nevar y nos da igual a todos, seguimos sonriendo, y llegando al último collado ya todos vamos charrando, Edesio se pica y acelera, y yo tiro detrás: apuremos las fueras que nos quedan, que el coche está a tiro de piedra. Apuramos las fuerzas, el agua y la comida que nos queda. Una vez en el coche se nos ve a todos satisfechos. Como diría Donato: la rata ya está en la lata!

Esta ruta que esperábamos tener que abandonar a mitad, que yo ni esperaba empezar, ya ha sido. Nos deja un sabor de boca mucho mejor que el de la quiche que estaba en mi coche desde el viernes. Y lo que más adentro queda, son esos ratos de refugio, de contar y escuchar, de aprender, de reír; esos ratos…
Muchas gracias a todos; por todos y cada uno de los detalles que tenéis, que aligeran el peso de la mochila, y tiran de las comisuras hacia las orejas.

Que descanséis!

12 de abril de 2010

SUELZA: CASCO Y MÓVIL

Entre mis manos sostenía un casco, con la parte interior rota, abolladuras en la carcasa y varias rajas. Su propietaria viajaba en helicóptero hacia el hospital de Huesca. Aún no podíamos creer lo que había ocurrido. Ella está bien, un viaje de casi cuatrocientos metros ladera abajo por nieve y piedra, a toda velocidad y no le ha pasado nada de nada, ni un dedo se ha roto. De qué estás hecha, Isabel?

Ese día nos levantamos a las 5. Llevábamos, por lo menos Marie Claude y yo, pensando en ese pico que se nos había escapado tan sólo 6 días antes, toda la semana, esperando. Llegaba el sábado y por fin nos íbamos a desquitar.
El viernes por la noche hablamos del famoso ARVA, de la seguridad, del casco. Les contaba que tengo un amigo que se ríe de que esquiemos con casco, del ARVA, de toda esa seguridad en la que confiamos. Dudo que se lea esto, y no sé, en caso de que lo haga, si cambiará de opinión…
El caso es que salimos cinco amigos hacia la Suelza, subimos tranquilamente por las laderas suaves, desde la vertiente de Gistaín. En el flanqueo expuesto sacamos crampones y piolet, pusimos casco, y pasamos sin problema. Hicimos cima sin cansarnos, como si nada, fotos en la cumbre, un bocado corto, ji ji jaja…Hala, a esquiar! Que nos espera la comida en Plan! Bajamos el primer tramo, duro, con unos giros fáciles, y luego venía el flanqueo, fácil pero expuesto, que habíamos subido con crampones. Es de esos sitios donde no puedes fallar, y donde es difícil hacerlo, pero una piedra o un desequilibrio son errores fatales. Pasó Edesio, pasamos Marie Claude y yo, concentradas pero seguras, y de repente oí gritar su nombre. Me giré pero no vi nada, a ella tampoco. Iba la última. La pala entera, rocosa, de arriba abajo, el único punto débil de la ruta. Paró varios cientos de metros más abajo. En el rato que yo sacaba el móvil para llamar al 112, Edesio ya estaba con ella abajo, fue veloz, directo, se lanzó como un jabato por un terreno que requería la destreza de un experto.
Hable con una mujer, que me preguntaba si la Suelza era una estación de esquí. Luego me pasaron con la Guardia Civil. Primera pregunta “Tiene usted cobertura y batería en el móvil?” Comprobé que el punto donde estaba era el único con cobertura, que me movía un poco y se perdía, andaba dos pasos y se iba. Inmediatamente después de contar lo ocurrido, segunda pregunta “Llevaba casco?” Dos de nosotros estuvieron con ella todo el rato, abrigándola y haciéndole compañía, tranquilizándola. Marie Claude me contaba lo que veía, y yo llamaba y recibía llamadas. La médico de rescate, Sara, es amiga nuestra, y cuando oyó lo de la Suelza ató cabos enseguida y me llamó. Yo poco les podía decir de la accidentada, ya que ni siquiera la veía, pero sabía el sitio exacto donde estaba. Era todo lo que podía hacer, dar indicaciones y describir lo ocurrido. La primera reacción de todos fue bajar, pero yo me paré en seco a echar mano al teléfono. Abajo no había cobertura, nos hubiera tocado volver a subir para llamar. Además yo hubiera tardado bastante en llagar abajo. Y Marie Claude paró antes de bajar, viendo que cuatro personas abajo no íbamos a solucionar más que las dos que ya estaban. Llegó el helicóptero, bajó Sara y se estuvo un buen rato con ella, antes de subirla de nuevo. Marie Calude y yo no teníamos ni idea de cómo estaba. Cuando se la llevaron, lo dos de abajo subieron por otra ladera más suave hasta encontrarse con nosotras en el collado. Allí, contándonos como habían vivido desde abajo la espera, nos emocionamos todos, y soltamos la tensión contraída. Nos contaron que estuvo consciente en todo momento, que movía piernas y brazos, que hablaba bien y no decía nada raro…qué bien sonaba todo aquello…me sonaba a milagro, a triunfo, a mujer de acero, de qué si no? Allí sostuve su casco en mis manos. Desde entonces el casco lleva el adjetivo de “bendito”. Yo lo veo con otros ojos. Ya no me da calor, ya no me importa lo que ocupa en la mochila, o el ruido que hace cuando lo llevo fuera de de ella, ya me da igual pararme un momento a ponérmelo cuando hay algo de exposición…el casco…bendito casco!
Todo quedó en un susto, en una gran lección. No dejamos de sacar conclusiones de todo esto, lo malo es que lo tienes que ver tan cerca para sacarlas.
Mejórate, guapísima, seguro que el 10 de abril será un cumpleaños para ti.
Y muchas gracias al equipo de rescate, empezando por Sara, a la que por suerte tengo tan a mano que he podido darle las gracias ya hoy, pero desde luego, habría que repoblar el mundo con gente como vosotros!


4 de abril de 2010

SONRISAS SIN CIMAS

1 DE ABRIL DE 2010. ERISTES SIN CIMA
La llegada al Pirineo siempre es algo especial, desde los 2 ó 3 años lo ha sido, y la pasión por estas montañas no mengua con los años, sino que se retroalimenta, son una droga como cualquier otra. Nos juntamos un buen grupo en Viadós la noche del 31 de marzo. No hacemos más que reírnos con las historias del sabio. Hace una noche de perros, pero confiamos en que la mañana salga decente y nos deje hacer. Y vaya si nos deja…sale un día espléndido, que permite a algunas sacar la mallas primaverales. Sol, nieve polvo y los Eristes como objetivo. Sólo uno de nosotros los ha subido, y les tenemos unas ganas... Subimos con ilusión y decisión, sin parar de hablar de los Alpes “tic, tac, tic, tac…” cada vez falta menos…Nos plantamos frente a la pala norte que lleva al dedo y los fuertes abren huella en nieve polvo, el bastón se hunde mucho, e ir primero supone un gran esfuerzo (imagino, que yo eso no lo practico…). De repente Champi, después de haber cosido más de la mitad de la pala, nos grita: “Todos quietos, se ha roto una placa!!!” Efectivamente, una raja cruzaba la pala, de lado a lado, y continuar sólo nos podía obligar a hacer uso del dichoso aparatito del que tanto se habla este año…Salimos de allí escopeteados, y acojonados, por qué no decirlo. Adiós a los Eristes, primera renuncia de las vacaciones…Pero para compensar tuvimos una bajada gloriosa, la mejor nieve del año, todos esquiábamos bien (bueno, que algunos esquían bien siempre, pero yo no, por ejemplo). Era disfrutar a tope, a mi se me congelaron los dientes de tanto sonreír, sin poder evitarlo. Con el primer plato de la cena ya la renuncia se quedó lejos, con el tercero ya sólo hablábamos del día siguiente…y tras los postres les vino el turno a las anécdotas, historias,…
2 DE ABRIL DE 2010. BACHIMALA SIN CIMA.
El viernes era el día bueno, el mejor de los cuatro, pero como dice alguno: “Los del tiempo dirán lo que quieran, pero luego el tiempo hace lo que le da la gana” Y ese día magnífico no acabó de llegar. Un ratito de porteo hasta la nieve nos hizo entrar en calor rápidamente, aunque luego el tiempo parecía jugar con nosotros, como míseras marionetas. Ahora nubes, ahora viento, ahora sol y calor, ahora viento otra vez…pero bueno! Que no hago más que ponerme y quitarme ropa! Y llegamos a la pala fina del Bachimala, pico al que no le tengo demasiada simpatía pese a haberlo subido 3 veces, siempre en verano. Una vez en el collado, los del grupo de cabeza volvían de la arista, sin cima. No lo vieron claro, y no llevábamos ni un cordino. Sin asegurar, y sin saber lo franca que podía estar la nieve, no nos atrevimos. Pero la vuelta por Tavernés, ese bosque magnífico, de giros imposibles y estilo al-pino, nos hizo sudar, reír, jugar entre los árboles, deslizar por una nieve facilona, lucir cuñas, tortazos, derrapajes infinitos, y mucha carcajada. Nueve horas de travesía que nos dejaron muy buen sabor de boca.
3 DE ABRIL DE 2010. POSETS SIN CIMA (PROPIA*)
(*)Qué mal suena lo de propia: lo cambio por “con cima compartida” Salimos del refugio un grupo de 8. Camino ya conocido, pequeño porteo, cruzar el puente, y poner esquís al llegar a la pista. Para arriba! Ya sabemos que a las 12 termina nuestro tiempo, que viene borrascazo. Al poco se retira uno, un poco más tarde otro, y de los 6 que quedamos, Jorge y Álex van muy fuertes y con decisión a la cima, y los cuatro de la retaguardia decidimos desistir tras haber salvado 1000 m de desnivel, con un tiempo de perros, donde hacer que nos esperen es robar la cima a todos. Nos decidimos rápido: que Álex y Jorge hagan cima del tirón, que no esperen por nosotros, que nos bajamos. Y así, nuestra renuncia, vale una cima heroica de ellos. Nuestra bajada todavía deja visibilidad, y la nieve se deja hacer con soltura. Nos perdemos bajando, subimos otra vez, volvemos a bajar, queremos esquiar más! Las dos mozas nos resistimos a quitarnos los esquís, y por listas nos metemos en otro camino. Ups! Vuelta otra vez, a buscar el puentecito. Con la jugada, despistamos a los otros dos, que siguen nuestros pasos pero no “reculan” a tiempo, y se desvían más de la cuenta…En el refugio de Viadós, la comida no defrauda a nadie, mientras esperamos a los dos intrépidos. Cuando llegan nos cuentan que la falta de visibilidad les ha hecho bajar muy lentos, sin ningún relieve. Descansan. Fuera nieva con ganas. Dentro sopa caliente, vino y flan casero. Tarde de lectura y charla.
4 DE ABRIL DE 2010. PUNTA SUELZA SIN CIMA (PROPIA*)
Hoy sí, hoy el tiempo va a ir a mejor, nos levantamos convencidos de que hoy toca cima, como colofón de estas pequeñas grandes vacaciones. Vamos a por la Suelza, a ver si nos deja. Dejamos atrás Viadós, y comenzamos la ascensión desde una pista poco transitada, y con bastante nieve. Por el precioso camino, el viento y la nieve que cae no nos dejan disfrutar del todo, aunque tampoco se va mal. Antes del collado hacemos una escueta parada para echar un bocado rápido y abrigarnos, pues el viento sopla con fuerza, y la cumbre está totalmente tapada. No hay prisa. En el collado no vemos la cima, pero vemos el primer tramo de loma que nos llevaría a ella. Nos desanimamos y proponemos múltiples opciones: bajar a Bielsa, para bajar a Bielsa bajamos a nuestro coche. Pues bajamos a ese valle y subimos a aquel collado. No no, que nosotros nos bajamos ya. Es que para arriba no hay nada que hacer, está todo tapado…Nada, que nos bajamos. De repente Jorge y Alfonso se asoman un poco más arriba para ver Monte Perdido, y el resto esperamos en el collado, quitando focas y preparando la bajada. Ya no esperamos más, la visibilidad no mejora y en el collado hace frío. Pero justo cuando vamos a empezar a bajar oímos a Jorge: Subiiiiiiid, que despeja, vamos a la Suelza!!!!! No sabemos si lo dice en serio, pero, cada uno por sus razones, decide no subir. Y cada uno, por sus razones, sabe que se va a arrepentir. Yo, en particular, me siento confundida, dudo, pero como sola no pienso subir, pues bajo. Y me arrepiento, pero sigo bajando, y me sigo arrepintiendo, pero sigo bajando…

Un día por prudencia, otro por falta de seguridad, otro por el tiempo y otro por…por impacientes, por indecisos, por… Y todos para madurar un poco más.
No ha habido cimas, para mí, pero entre todos hemos hecho dos, y todos hemos disfrutado, todos nos hemos reído. Lo mejor de estos días de Pirineo, la gente con la que los compartimos, la suerte de poder encontrar compañía tan agradable y entrañable con la que hacer lo que más nos gusta.
Dejar cuentas pendientes siempre es un acicate más para volver!!!!

“No te pongas triste ni tampoco me rechistes te aconsejo yo, que tires palante siempre alegre y elegante escucha esta canción” Esta “Primavera Trompetera” ha sido mi banda sonora de unos días tan poco primaverales pero tan alegres…