28 de junio de 2010

ROCA Y MAR

Moratones en manos y rodillas, un antebrazo hinchado, la espalda quemada la cara sonriente. Ese ha sido el resultado del fin de semana. Hoy lunes no he sido capaz de levantarme al oír el despertador a las 6...he dormido un poquito más, recordando estos días levantinos.

Noches de vino y risas, de proyectos, de recuerdos, de historia, de preguntas, de respuestas...de acercarnos poco a poco y darnos cuenta de que la montaña deja posos, estrecha lazos...
Mañanas al sol, como lagartijas, quemándonos la espalda y esforzándonos en las paredes, con una Sara imparable, que se lo subía todo como una auténtica salamandra. Los demás seguíamos sus pasos, torpes y sin mucha confianza, haciendo movimientos olvidados, y teniendo sensaciones guardadas por mucho tiempo. Demasiado.
La escalada es la novia celosa y rencorosa. No da tregua: o la mimas o te las hace pasar canutas. No perdona el olvido, no sabe de dulzuras. “Si te vas, no vuelvas” te dice. “Y si quieres volver...esto no está tal y como lo dejaste...”
Atardecer mediterráneo, de brisa húmeda y playa tranquila, de mar calmado y arena fresca...no hay prisa. Jugando en la playa, toda la arena está dispersa, no queda ninguna en los relojes...
Y el fin de semana se nos agota en el Delta del Ebro, con un horizonte lleno de vacaciones, de amigos, de viajes...un horizonte donde podemos dibujar de todo. Vuelta al mar después de tanto, tanto tiempo....vuelta a los orígenes, a la niñez. Cuánto te he echado de menos, justo ahora me doy cuenta...ahora me doy cuenta de todo, mirando el mar y la arena.
Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.
J.M.Serrat

15 de junio de 2010

VOLVEMOS A ESQUIAR?

Todos nos resistimos a despedirnos de ella. Se revuelve en sus últimos coletazos, alimentando fugazmente nuestra esperanza de poder esquiar un día más, pero debemos asumirlo: la nieve termina esta temporada, ya toca escalar!
Una temporada más de foqueos, de cimas inolvidables, de sueños cumplidos y miles de proyectos imaginados...y lo más importante: de nuevos amigos! Empezó la cosa discreta en el Portalet, ya en diciembre, con cierta inseguridad y poca costumbre, luego los paisajes navideños, los fríos polares, más fríos polares...como si fuera invierno vaya...Vuelta a algunos picos, pero nunca a hacer lo mismo, porque cada día es diferente, cada día lo sientes diferente. Y subo en altura, pero pasan los meses y bajo en moral, bajo y bajo, y aún bajo un poco más. Malos momentos en que la montaña es el único consuelo, es lo único que no desanima, lo único que mantiene semisólido mi ser, que parecía licuado y amorfo...Poco a poco el sentir del ave fénix vuelve para la reconstrucción, y la volatilidad de mis cenizas deja paso a unos pies, unas piernas, un cuerpo...vuelvo, vuelvo a tener ganas de todo!
Los sustos y disgustos nos dejaron huellas, nos sumieron en pensamientos quedos, sordos, en una dimensión mucho más allá de la tercera, y de la cuarta, de este tiempo que tenemos por nuestro y que apenas nos pertenece el que ya ha pasado. Guardamos la preciosa sonrisa de nuestra amiga en un bolsillito muy pegado al pecho, para llevarla siempre cerca.
Las borrascas nos vuelven a utilizar de marionetas, y me dejan colgada en Zaragoza con mis vacaciones sin poder aprovechar al máximo, mientras pienso que otros marchan a Los Alpes con las suyas...pero a mi de cuatro ojos me dejan dos. Aun así los días que sí pude aprovechar, me dejaron tan buen sabor de boca que me hicieron la resignación más dulce...con recuerdos de un Mallarruego inesperado, de un Ruabe del Bozo atrincherado, de un Pico de Entre Puertos llenos de aprendizaje...qué días!
Y como guinda del pastel, La Ruta, la magnífica ruta al Aneto por Cregüeña y Estasen, que me hace suspirar al recordarla, y que me dejó tan satisfecha, que no puedo pedir más, sería injusto pedir más a una temporada tan generosa...
Dejad paso a la roca, que tiene ganas de secarse y recibirnos, por fin, tras una larga espera...cierro el armario con las botas y esquís dentro, y en la mochila ya el arnés y los gatos...hay que adaptarse! Flexibilidad, no es así?
Y colorín colorado, las nieves han terminado...(aunque llevamos una semanita que vamos, parece que vayamos a empezar la temporada en breve…)

6 de junio de 2010

SOLOS EN EL ANETO!

El fin de semana se presentaba de verano, de escalada, y de domingo de Aneto. Llega la Meteo y nos anuncia lluvias para el domingo. Nooooooo! Pues nos vamos el sábado! Quién puede? Afonso, Fer y yo. Deshago mis planes de escalada y el viernes salimos hacia Benasque. Hay que coger arnés…esto se pone interesante: cresta, cresta! Llamo a Marie Claude y en cuanto pronuncio la palabra cresta, se apunta, no necesito contarle más. Alfonso se ha encargado de las reservas y Fer de la logística. ¿De qué me puedo encargar yo? Pues del avituallamiento! El viaje es una gozada, y tengo la oportunidad de conocer un poquito más a esas dos grandes personas que son Alfonso y Fer, me recuerdan a las cajitas que guardan miles de cosas, y en cuanto las abres empiezas a sacar pequeñas cosas, que aportan tanto. Están llenos de recuerdos, de proyectos, de vivencias, están llenos de vida, y eso se contagia (gracias!). El viaje se me hace cortísimo hablando del trabajo, de las condiciones laborales, de la paternidad, de la ruta de mañana, de…mira, ese es Jorge, no? Y yo pensando que no podía ser. Aparcado en Benasque, frente a nosotros, un Meriva como el de la Meteo que viene. Fer le echa un grito y se gira. Que sí, que sí que es! Vaya sorpresa! Mañana celebran el 90º cumpleaños de su abuela, y tiene que estar en Zaragoza a comer, pero foqueará con nosotros hasta las 10. Vaya tela!! Llamamos a Marie Claude para decirle que les esperamos en algún sitio, y de repente, de fondo, oigo una voz grave, muy característica. Grito: Champi! Está ahí Champi! Me dicen que es un sorpresa, pero les advierto que con los gritos que he pegado ya se han enterado todos…qué discreta soy a veces.
En la cena estamos todos ya, los 6 finalmente, pero tenemos que interrumpir la sobremesa porque llegamos tarde a la Escuela de montaña, y en 6 horas nos tenemos que levantar.
Me pongo los tapones y duermo las pocas horas que tenemos. Me levanto como un resorte: qué ganas! Como siempre, pienso que me dejo algo, luego descubriré que es el frontal que no hemos necesitado. Decidimos cambio de planes, y ya que somos 6 y sólo llevamos una cuerda, dejamos la cresta como tarea pendiente, cambiamos los planes. Hala, hacia la Renclusa (cuánto se tarda a la Renclusa Donato?) Echo de menos a los que faltan, o más que echarles de menos, pienso en cuánto estarían disfrutando hoy, y me da pena que no estén…
Llegamos más arriba de la Renclusa, y decidimos cambiar el plan de nuevo, para acometer una preciosa ruta que había propuesto Jorge: el Aneto subiendo por el collado del Alba, bajando al ibón de Cregüeña, subir al collado de Cregüeña, bajar al ibón del Medio, y subir el Aneto por Estasen y bajae por el paso de Mahoma…es una ruta con mucho desnivel (2000m), larga y dura. Pero tenemos decisión y motivación. Marie Claude nunca ha subido el Aneto, y vaya forma de subirlo! Estamos solos todo el día, la romería al Aneto nos queda muy lejos, muy ajena…Allí estamos Fer, Alfonso, Marie Claude, Julián, Iñigo y yo. El corredorcito al cuello del Alba está muy bien, y la primera bajada dura y rápida, y una caída rápida tuve yo también, que no pasó de un culazo y volverme a poner en pie. Jorge y Champi nos saludan desde lo alto, haciendo ya un tresmil de buena mañana. Vamos avanzando en grupo, juntitos, emocionados todos por esta ruta de ensueño, un regalazo de los genios pirineícolas Jorge y Julio. A medida que avanza el día nos va gustando más y más esta ruta, este día, y esta compañía. Viene con nosotros también Iñigo, un vizcaíno que agarró la oportunidad de la ruta al vuelo, y nos resultó una agradable compañía. En el collado de Cregüeña saco las pechugas empanadas, que nos entran de bien…Nos queda bajar e ir por el Estasen. Fer nos abre huella todo el día, y yo, en la base del corredor, me noto cansada, y pienso en cómo puede Fer, ir abriendo huella y seguir ahí, tan campante, hoy que el desnivel se sale de nuestras habituales salidas, hoy que las focas pesan a horrores, hoy que la nieve tiene tan poca cohesión que resbalas constantemente, hoy que el Estasen tiene todavía bastante nieve acumulada, y que a las horas a las que llegamos, ya no está dura.
Hacemos un esfuerzo generoso, conociendo el último tramo de la ruta, y sabiendo que estamos ya muy cerca, que sólo queda lo mejor (lo mejor? Lo mejor ha sido todo!) Salimos del Estasen y les digo, “hala, ya nos han dado el regalo (vemos la cruz del Aneto a tiro de piedra) pero lo tenemos entre las manos sin abrir, con los ojos regados de ilusión. En la cima lo abrimos!”
Llegamos a una cima poco común: el Aneto sin gente!!! Esto si es un regalo sorpresa! Estamos solos en la cima del Aneto, en el Paso de Mahoma, y en la bajada, prácticamente al completo. Ha sido una salida triunfal, exigente, dura, pero la recompensa es tan grata, y nos la llevamos por tanto tiempo…


Muchas gracias chicos, ha sido un auténtico placer! La tenemos que repetir (cuando nos recuperemos….)!!!!! Para entonces, hay que aprenderse el refranero de la excursión:

“A poquet a poquet, farem caminet”
« Som-hi, que esfa tard i vol ploure »